Logística omnicanal: cómo adaptar el almacén a las exigencias del e-commerce
La irrupción imparable del e-commerce en Europa está obligando a las empresas a adoptar un esquema de trabajo acorde con las nuevas necesidades del consumidor digital. De esa semilla nace el cada vez más extendido concepto de logística omnicanal.
Sin embargo, ¿qué es exactamente la omnicanalidad y qué cambios implica para la logística de almacenamiento? Descubre en nuestro artículo las claves para adaptar el almacén al mundo digital antes de que sea demasiado tarde.
Características de la logística omnicanal
La omnicanalidad persigue la consecución de una experiencia de compra integrada para el cliente. De esta forma, se trata de un concepto transversal que abarca múltiples áreas de la empresa como el marketing y publicidad, el control y localización de inventarios, el ajuste de los plazos de entrega, la gestión de devoluciones, entre otras.
Operar de acuerdo con la logística omnicanal supone adaptarse a las nuevas pautas de consumo. El cliente digital se ha acostumbrado a la inmediatez y quiere ser atendido cómo, dónde y cuándo él decida, que incluye que el cliente decida hasta los canales de comunicación con la compañía. Esto implica una integración global y coordinada de toda la información que se maneja en cada canal en tiempo real.
Detrás de la logística omnicanal se encuentra la necesidad de cuidar la experiencia de compra del usuario con el fin de aumentar el volumen de ventas procesadas con éxito. Y todo ello pasa por hacer frente a un mayor nivel de exigencia en el núcleo de la cadena de suministro: el almacén.
El cambio de paradigma ligado a la logística omnicanal ha transformado y creado nuevas necesidades en los almacenes actuales. Los principales cambios que están experimentando están relacionados con:
- El manejo de un gran volumen de pedidos procesados al día, frente al flujo de operaciones simplificado de una red logística más tradicional (almacén – tienda física, por ejemplo).
- El cambio radical en la cantidad de productos individuales que supone cada pedido: en lugar de paletas, se gestionan pedidos de pocas unidades. En realidad, es posible además que ambas formas de envío convivan, con las implicaciones que ello tiene para las infraestructuras y las operaciones logísticas.
- El aceleramiento de todo el proceso desde la recepción del pedido: la entrega al cliente se realiza en un margen de tiempo muy ajustado desde el momento de compra. Este estándar se extiende a todo tipo de cadenas de suministro, incluidas las tradicionales.
Claves para adaptar el almacén al crecimiento del e-commerce
Teniendo en cuenta este panorama, ¿cuáles son las claves para ajustar el funcionamiento del almacén a la logística omnicanal?
1. Contar con un SGA o WMS potente y ajustado a las necesidades
Como punto de partida, es necesario contar con un cerebro preparado para controlar con precisión la complejidad que acompaña a la logística omnicanal. El sistema de gestión de almacenes (SGA o WMS por sus siglas en inglés, Warehouse Management System) es el encargado de “poner orden”, es decir, de optimizar los procesos en el almacén reduciendo tiempos muertos y eliminando los errores.
Las funcionalidades de un WMS adaptado para las características de la logística omnicanal ayudan en las siguientes áreas:
- Control y optimización del inventario: coordina el flujo de materiales gestionando las reposiciones con eficacia.
- Aprovechamiento del espacio al máximo: es capaz de localizar y optimizar el espacio disponible a la hora de disponer las mercaderías.
- Incremento de la eficiencia del personal: optimiza la asignación de tareas con el objetivo de reducir tiempos y movimientos. Su introducción se traduce además en una mejora de la seguridad laboral y de la ergonomía de los operarios.
2. Evaluar si es pertinente una ampliación o rediseño del almacén
En los últimos años, es común encontrar empresas tradicionales que se han sumado a la tendencia del e-commerce. Ante este panorama, suelen presentarse dos opciones: construir un nuevo almacén dedicado a la nueva vertiente del negocio online o adaptar el existente.
En muchos casos, conviene realizar este análisis con el apoyo de consultores logísticos expertos. Su experiencia aporta soluciones utilizando la última tecnología disponible en el mercado y, además, este bagaje nos hará abandonar la “visión de túnel” en la que corremos el riesgo de caer.
En el marco de esta evaluación, la automatización de procesos cobra importancia ya que permite agilizar los flujos en el almacén. Automatizar no tiene por qué significar revolucionar el centro de distribución con robots: a veces “cambios menores” como las soluciones de picking semiautomático (junto al uso de un WMS) pueden suponer grandes mejoras en la rentabilidad.
Adaptar el funcionamiento del almacén a la llegada del e-commerce no es tarea imposible si tenemos en cuenta las diferencias operativas entre la logística omnicanal y la tradicional. En este sentido, el análisis de los procesos actuales en el almacén es fundamental como punto de partida.