Ventajas y desventajas del cross-docking: ¿cuándo aplicarlo en el almacén?
El cross-docking es una estrategia de preparación de pedidos que elimina la etapa intermedia de almacenamiento de la mercancía. Gestionado correctamente, este método permite agilizar la preparación y su expedición de mercancías reduciendo los costes operativos.
Sin embargo, ¿en qué situaciones se revela como una táctica efectiva? ¿Qué ventajas tiene la implantación del cross-docking en el almacén? ¿Cuáles son los riesgos asociados a esta práctica? Analicemos con detalle estas cuestiones:
Principales ventajas del cross-docking
1. Ahorra espacio de almacenamiento ocupado: aunque hay que reservar una zona en el almacén dedicada a controlar y acondicionar las mercancías entrantes, el cross-docking libera espacio de almacenaje estable. Un beneficio ligado a este punto es el ahorro de coste de inventario.
2. Disminuye el número de operaciones y el manejo de cargas: se mantienen la descarga, el control de calidad, el acondicionamiento de pedidos y la expedición de mercancías, pero desaparecen etapas intermedias como el picking y el almacenaje. Esto supone un menor riesgo de dañar la mercancía, ya que su manipulación y transporte dentro del almacén se reduce. Además, como ventaja relacionada cabe reseñar el aumento de la productividad de los operarios.
3. Acorta los plazos de entrega y dota de mayor agilidad a la cadena de suministro: el cross-docking implica un ahorro de tiempo en la expedición de mercancías, ya que simplifica el proceso tradicional. Esto se traduce en una mejora del servicio al cliente.
4. Reduce la huella de carbono de la cadena de suministro: el impacto del cross-docking conlleva un ahorro energético en relación con el transporte de mercancías tanto fuera como dentro del almacén y esto permite ejecutar una cadena de suministro más ecológica y respetuosa con el medio ambiente.
En definitiva, bien planificado, el cross-docking mejora la rentabilidad global de los almacenes o centros de distribución que lo usan gracias al ahorro de tiempo operativo global que supone.
Riesgos que plantea el cross-docking
1. Poner en marcha la estrategia de cross-docking en el almacén implica el desbloqueo de inversión para su aplicación. Esto puede traducirse en un rediseño del almacén para reservar espacio a la zona de acondicionamiento y/o en la adopción o configuración de un sistema de gestión de almacenes que asista en las tareas de cross-docking.
2. Requiere de una integración efectiva de toda la cadena de suministro: esto se traduce en, por ejemplo, que el sistema de etiquetado entre proveedores y receptores sea común y compatible. De forma similar, es necesario conectar los sistemas de información con que trabaja cada actor (software de gestión de flotas, software de gestión del almacén…).
3. Exige dedicar tiempo a la planificación y coordinación: sin una sincronización entre oferta y demanda y una planificación adecuada, no es recomendable hacer uso del cross-docking en el almacén. Por ello, en el cómputo global, el cross-docking debe ahorrar la suficiente cantidad de tiempo para cubrir el empleado en la planificación de las operaciones.
Entonces… ¿Cuándo conviene utilizar el cross-docking en el almacén?
1. Grandes volúmenes de mercancías con demanda estable: los flujos permanecen constantes y su evolución puede predecirse con un pequeño margen de error. Esto permite una buena planificación de las operaciones de cross-docking y elimina la necesidad de almacenar grandes cantidades de stock de seguridad.
2. El tipo de mercancías se deteriora con el tiempo o caduca: por ejemplo, en el caso del sector alimentario, los productos deben llegar con la suficiente vida útil para ser puestos a la venta. Por otro lado, el cross-docking ahorra costes ligados al almacenamiento refrigerado.
3. Productos que forman parte de promociones especiales o rebajas: el cross-docking es una forma efectiva de responder a picos de demanda con rapidez. Se trata de una estrategia muy popular en el sector del gran consumo (retail y discount stores).
4. Artículos de alto valor con periodos de entrega ajustados: en caso de artículos voluminosos y de alta rotación –como muebles o electrodomésticos–, el cliente final exige una entrega rápida. Para ahorrar costes, muchas empresas de distribución evitan tener gran cantidad de stock almacenado en cada tienda concreta y, en su lugar, realizar cross-docking desde sus centros de distribución: así son capaces de responder a la demanda con mayor celeridad.
Todas estas ventajas y desventajas del cross-docking hace que esté siendo implantado en almacenes pertenecientes a sectores como: la gran distribución, el sector alimentario, farmacéutico, productos químicos y operadores logísticos (3PL), entre otros.